dimecres, 22 de juny del 2016

Zazen

MEDITACION ZAZEN

Zazen es el ahora, no tiene meta, no pretende un fin, está por encima del provecho personal, el espíritu no quiere obtener nada 

La postura 

Sentados sobre un cojín redondo y consistente llamado zafu , mirando a la pared

Las piernas cruzadas en la postura del loto o del medio loto, si no podemos dejamos las piernas cruzadas sin colocar el pie en el muslo.

Sentados bien erguidos, la pelvis basculada hacia adelante para que las rodillas vayan en dirección
hacia el suelo. Al principio es difícil, pero conseguimos que las rodillas se apoyen en el suelo para conservar la estabilidad y mantener la postura.

La cabeza recta, la coronilla cómo si la estirase un cordón desde el cielo. El mentón hacia adentro, la nuca estirada, los hombros relajados. La punta de la lengua toca el paladar por detrás de los dientes incisivos. Los ojos están entreabiertos, no deben cerrarse, mantener la mirada en un ángulo de 45 grados, como a un metro enfrente de nosotros.

La mano izquierda se coloca sobre la mano derecha, las palmas miran hacia arriba.

Los pulgares se tocan en línea recta.

Las dos manos, se apoyan sobre una toalla o bufanda enrollada que pondremos en el regazo, los dedos meñiques deben tocar el abdomen a una distancia de cuatro dedos por debajo del ombligo. 

La respiración 

Hay que mantener un ritmo lento y natural. Tanto la inspiración como la expiración se hacen por la nariz, manteniendo la boca cerrada.

La expiración es larga lenta y profunda, el aire se expulsa lenta y silenciosamente por la nariz, mientras que la presión de la expiración baja hacia el vientre presionando hacia abajo (podemos notarla en las manos que están tocando el abdomen)
La inspiración, más corta, con naturalidad. 

La actitud

La actitud del espíritu resulta naturalmente de una profunda concentración sobre la postura y sobre la respiración.

En zazen, las imágenes, los pensamientos, las formaciones mentales surgidas del inconsciente pasan como las nubes en el cielo y se desvanecen naturalmente.

Cuando nos viene un pensamiento no debemos alimentarlo, prestar atención a la respiración hasta que desaparece.

La sede del pensamiento consciente descansa durante zazen, mientras que la sangre fluye hacia las capas más profundas del cerebro. Nos invade una sensación de bienestar, serenidad y calma 


KIN HIN

Kin hin se practica en el dojo entre dos periodos de zazen.

Es la postura de pie, la continuación de la concentración de zazen durante la marcha.

La parte superior del cuerpo está como en zazen: la columna vertebral bien recta, mentón recogido, nuca extendida, la mirada con la misma inclinación.

La mano izquierda cerrada sobre el dedo pulgar, mirando hacia abajo.

La mano derecha envuelve la mano izquierda.

Las dos manos se aprietan firmemente juntas apoyadas contra el esternón, los hombros relajados.

Se avanza de a medio paso, al ritmo de la respiración.
Al aspirar aire avanzamos el pie medio paso.

Al espirar vamos desplazando lentamente, imperceptiblemente, el peso del cuerpo sobre el pie de delante, hasta que el dedo gordo está presionando firmemente el suelo, al mismo tiempo vamos presionando con las manos el esternón. Al inspirar aire avanzamos medio paso el otro pie.

Volvemos a espirar desplazando el peso del cuerpo.

Como en zazen, se dejan pasar los pensamientos.

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